La caña tejida entera o también llamado cañizo es un producto natural de larga tradición como sombreo de cobertizos y pérgolas, así como para ocultación en vallas.

La caña utilizada para los cañizos que ofrecemos es de la variedad arundo donax. Aunque en nuestras tierras, es una especie invasora, crece silvestre des de muy antiguo, en las riberas de ríos y torrentes creando importantes problemas en la conservación de los cauces. Al ser un producto muy accesible en el campo, se ha utilizado como material de construcción de numerosas soluciones, como por ejemplo cortavientos en los huertos, tutores, sombrajos en los cobertizos o encofrado de bóvedas tradicionales.

Actualmente, la caña se recolecta y selecciona manualmente en las rieras y tras secarse al sol, se pela Posteriormente se teje en rollos mediante un telar, utilizando alambre galvanizado.

La caña recién secada conserva el conocido color amarillo y una fuerte resistencia al viento. En aplicaciones interiores, el aspecto y la duración de la caña es elevadísima. En aplicaciones de exterior, con el paso de los meses, el color del cañizo torna a gris-negro y pierde su resistencia.

Recomendamos la utilización de los rollos de caña entera para aplicaciones interiores decorativas y para aplicaciones exteriores en aplicaciones donde las expectativas de duración no superen los cinco años.

La caña partida tejida o también llamada cañizo es un producto natural y muy económico utilizado como sombreo de cobertizos y pérgolas, así como para ocultación en vallas.

Los rollos presentan una cara brillante con el acabado natural de la caña y otra cara que muestra el interior de la caña de color blanco mate.

La caña utilizada para los cañizos que ofrecemos es de la variedad arundo donax. Aunque en nuestras tierras, es una especie invasora, crece silvestre des de muy antiguo, en las riberas de ríos y torrentes creando importantes problemas en la conservación de los cauces. Al ser un producto muy accesible en el campo, se ha utilizado como material de construcción de numerosas soluciones, como por ejemplo cortavientos en los huertos, tutores, sombrajos en los cobertizos o encofrado de bóvedas tradicionales.

Actualmente, la caña se recolecta y selecciona manualmente en las rieras y tras secarse al sol, se pela y se parte longitudinalmente en varias tiras. Posteriormente se teje en rollos mediante un telar, utilizando alambre galvanizado.

La caña recién secada conserva el conocido color amarillo. En aplicaciones interiores, el aspecto y la duración de la caña partida es elevadísima. En aplicaciones de exterior, con el paso de los meses, el color del cañizo torna a gris-negro y pierde su resistencia muy rápidamente.

Recomendamos la utilización de los rollos de caña partida en aplicaciones interiores decorativas. Para aplicaciones exteriores solo para usos de temporada, donde se requiera una solución económica pero que las expectativas de duración no superen los dos años.